En California, Estados Unidos, la Taquería Garibaldi, ubicada en Sacramento, hizo que un hombre se hiciera pasar por sacerdote, para que su personal admitiera «pecados» realizados en el lugar de trabajo.
Un empleado indicó que durante su turno laboral el supuesto cura instaba a los trabajadores a «sacar los pecados» preguntándoles si habían llegado tarde al trabajo, si habían robado a su jefe o si querían perjudicarlo de alguna manera.
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También dijo ante el tribunal federal, que el local no remuneraba las horas extras, pagaba a los administradores con las propinas conjuntas del personal y amenazaba a los trabajadores con represalias y consecuencias inmigratorias adversas por cooperar con el USDOL, llegando incluso a despedir a un hombre que creían que les había denunciado ante dicho departamento.
Por lo que el juez ordenó a los dueños del establecimiento pagar 140.000 dólares a sus 35 trabajadores en concepto de sueldos atrasados, daños y perjuicios.
La empresa, que opera un total de tres restaurantes, accedió a una sentencia acordada. Además, pagará otros 5.000 dólares al Departamento de Trabajo estadounidense en concepto de multas civiles debido al carácter deliberado de sus violaciones del código laboral del país norteamericano.
