La infidelidad de una novia quedó al descubierto, cuando el amante publicó un chat donde contaba de manera explícita lo que hizo la mujer para mostrar su capacidad de encanto, en la víspera de la celebración de su boda.
En la conversación, la mujer le envió fotos a su amante, luciendo su vestido de novia y le envió la nueva dirección de su casa. Tras estos mensajes el hombre le propuso tener relaciones sexuales al día siguiente, es decir; solo 24 horas antes de la boda, y estuvo de acuerdo.
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No obstante, el hombre parecía no estar conforme solamente con consumar la infidelidad, sino que propuso no usar protección anticonceptiva, “dejar en manos de Dios, ver de quién estarás embarazada”, invitar a otro hombre a unirse en esta aventura sexual y que la mujer usara su vestido de novia. Ante esta propuesta, la novia respondió: “Siento que soy mala porque también quiero esto” y aceptó hacer el trío.
No fue sino hasta después de que se concretaron el adulterio y la boda que el amante compartió su conversación con la mujer en un grupo y le respondió a una persona que preguntaba en el chat sobre qué pasaría si la mujer quedara embarazada, que: “No es asunto mío quién será el padre”. Luego el esposo fue informado del hecho, por lo que denunció el asunto a la policía “para proteger sus derechos” y solicitó el divorcio.
