Un niño de 13 años en China fue diagnosticado con rabdomiólisis, una condición potencialmente mortal, tras ser obligado a realizar 1.000 sentadillas como castigo en un campamento de verano. La madre del adolescente compartió la historia de cómo su hijo sufrió este castigo extremo.
El incidente ocurrió durante la ceremonia de graduación del campamento, cuando los padres notaron que su hijo tenía los ojos rojos y parecía tener dificultad para mantenerse en pie. Después de interrogarlo, descubrieron que un monitor lo había sorprendido hablando con otros niños y le había impuesto el castigo.

El niño se desmayó tras realizar 200 sentadillas, y en lugar de recibir ayuda, fue pateado por el monitor. Fue solo cuando comenzó la ceremonia y los padres llegaron que otra monitora lo sentó en un taburete.
Los padres lo llevaron primero al Hospital Popular del condado de Jiaxiang, donde le diagnosticaron una simple distensión muscular, pero su dolor persistió. Finalmente, en el Hospital de la Facultad de Medicina de Jining, le diagnosticaron rabdomiólisis, provocada por el ejercicio extremo.

Después de 13 días en el hospital, el adolescente fue dado de alta, pero nunca se recuperó completamente. Ahora, a los 14 años, tiene atrofia muscular y daños en el hígado y los riñones, lo que le impide llevar una vida normal. La situación está ahora en manos de un juzgado, que determinará la indemnización para los propietarios del campamento por las secuelas que sufre el niño.