George Piano de 72 años, acudió de urgencia al Centro Médico Noroeste de la Universidad de Washington, Estados Unidos, por sentir fuertes dolores abdominales, le diagnosticaron apendicitis y le comunicaron que tenían que remover el órgano inflamado con urgencia.
Al despertar de la anestesia, el hombre sintió que el dolor era aún mayor, le colocaron más analgésicos y lo enviaron a su casa.
Leer Aquí: Descubre a su pareja con otra y lo expone como “perro infiel”
Piano regresó a su casa confiado en que los dolores irían mermando, como le prometieron. Pero los dolores no sólo no pararon sino que se hicieron más intensos, por lo que decidió regresar al hospital y luego de realizarle una tomografía computarizada descubrieron que continuaba en el mismo lugar la apéndice inflamada.
Según se comprobó luego, los médicos no pudieron localizar su apéndice y terminaron extrayendo y perforando una parte inferior del colon, provocando que su contenido se derramara en su cavidad abdominal y se enfermara aún más
“Estaba sufriendo una fuga de colon que provocó sepsis e infección. Y casi muero por eso”, explicó el hombre, al señalar que tuvo que ser sometido a cuatro intervenciones quirúrgicas adicionales para controlar la infección y reparar el colon.
