Suzie Cheikho, una mujer de origen australiana quien fue despedida de su trabajo luego de 18 años al descubrirla que no cumplía con sus horarios de trabajo a distancia.
A través de un sistema de monitoreo la compañia comprobó que la mujer no cumplía con las asignaciones laborales.
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La mujer interpuso una demanda, ya que señala a la compañía donde laboraba que la mantenía vigilada a distancia.
Las autoridades judiciales no le dieron la razón a la mujer. A raíz de la pandemia las empresas optaron por enviar a sus colaboradores a laborar desde sus casas y este fue uno de los casos.
La empresa, según se conoció controlaba a distancia las actividades de la empleada, por lo que sabía cuánto tiempo pasaba frente al ordenador y lograron contactar que no cumplía con el horario establecido.
