Mayi López, en su desesperación por dejar de fumar, tomó una medida extrema. Llegó a la cárcel de Sacramento, se quedó en la entrada principal y pacientemente esperó que saliera algún policía para golpearlo.
Cuando el oficial Matt Campoy finalizó su turno y salió de la cárcel, Mayi se le aproximó y le propinó una cachetada con todas sus fuerzas.
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Posteriormente le pidió al policía que la trasladaran a una celda de la cárcel, y de esta manera no tener acceso a los cigarrillos y dejar de fumar.
A pesar de que el oficial bofeteado se tomó la situación con humor, Mayi fue condenada a 63 días de prisión y se desconoce si con esta acción dejó de fumar.
