Caroline Mayorga de 30 años de edad y de Brasil, decidió acudir al hospital Sao Luiz, creyendo que tenía dolores causados por gases, sin embargo, cuando fue atendida los médicos le diagnosticaron un infarto pulmonar que la puso en riesgo de morir.
“Un viernes, estaba en casa viendo televisión, preparándole brownies a mi sobrina. Alrededor de las 21.30 de la noche comencé a sentir un dolor que era como puntos en el lado izquierdo de la costilla y entre el hombro y cuello. Como si fueran dolores por gases. Estos dolores continuaron y decidí acostarme para ver si se me pasaban”, resaltó la mujer.
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En la madrugada el dolor fue tan fuerte que se despertó, y continuaba creyendo que eran gases, por lo que tomó laxantes, ibuprofeno, agua y té.
Tras varias horas con el dolor, decidió acudir a un hospital para que la traten y la diagnostiquen. “Pasé por una proyección. El médico me recetó analgésicos y me ordenó algunos análisis: sangre, orina y una tomografía computarizada de tórax y abdomen. El dolor no desapareció, sólo empeoró. Hice todas las pruebas y el médico me volvió a llamar. Me dijo que tenía un infarto pulmonar bilateral. El protocolo era ingresarme directamente en la UCI. Pasé seis días en el hospital”, relató Caroline.
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