Un niño de 10 años de edad fue condenado a libertad condicional por orinar en público, y su madre se ha negado a firmar un acuerdo, por calificarlo de “criminal”, después de que se impusiera un toque de queda a las 8 de la tarde durante Navidad.
La madre identificada como, Latonya Eason, inicialmente había planeado firmar el acuerdo para evitar el riesgo de que los fiscales aumentaran el cargo de su hijo, como amenazaron, pero cambió de opinión después de leer el acuerdo completo, aseguró el abogado Carlos Moore.
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“No podemos, en conciencia, aceptar un acuerdo de libertad condicional que trate a un niño de 10 años como a un criminal”, mencionó Moore. “Los términos propuestos no son los mejores intereses de nuestro cliente y tomaremos todas las medidas necesarias para desafiarlos”.
Agregó que los términos de la libertad condicional del niño de 10 años eran similares a los que los fiscales exigirían a un adulto, incluidas secciones que prohibían el uso de armas y exigían que se sometiera a pruebas de drogas a discreción de un oficial de libertad condicional, resaltó Moore.