Un hombre de 48 años de edad que laboraba en la oficina de construcción de la ciudad Osaka, fue despedido luego de atacar a su jefe utilizando agua caliente y una pistola paralizante.
Informes de medios locales, indican que el agresor, cuya identidad se mantiene en anonimato, se encontraba encargado de la retirada de bicicletas abandonadas en la ciudad. En un acto de violencia inesperado, arrojó agua hirviendo a su superior, golpeándolo en la cabeza y en el pecho. Además, recurrió a una pistola eléctrica para agredir repetidamente a su jefe.
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El propio agresor afirmó que se encontraba insatisfecho con el desempeño laboral de su jefe. Durante un llamado de atención verbal, su enojo alcanzó un nivel incontrolable, lo que llevó a este comportamiento violento. Además, se ha informado que el hombre también amenazó con matar a tres de sus compañeros de trabajo.
El jefe decidió jubilarse, alegando “presión” de tener el cargo como uno de los factores que influyeron en su decisión.
