La decisión del presidente de EE.UU, Joe Biden, de firmar la ‘Ley de Marcas Robadas‘, que había sido aprobada por el Congreso, fue rechazada por el Gobierno de Cuba.
Esta ley impedirá la renovación de la marca Havana Club en el país norteamericano, lo que beneficiará a la empresa Bacardí.
El Gobierno de Cuba, señala que el objetivo es “abrir la puerta para el robo de marcas cubanas legítimamente registradas” en EE.UU.
Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores cubano, denunció que la normativa es una “medida agresiva” contra su país.
La subdirectora General de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Johana Tablada de la Torre, señaló que “la intención verdadera de esta maniobra es impedir la renovación de la marca Havana Club en EE.UU, que debe ocurrir en 2026.

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Y despojar a la empresa Cubaexport de sus derechos como titular del registro ante la oficina Marcas y Patentes de los EE.UU“.
“Con esta maniobra engañosa, los senadores beneficiados por Bacardí del Congreso y del gobierno saliente y entrante de EE.UU. actúan en violación del sistema internacional de protección de la propiedad industrial”, argumentó.
La funcionaria también detalló que en Cuba “hay 6 mil 448 marcas estadounidenses registradas y mil 177 en proceso registro”.
También aclaró que “todas son protegidas por la autoridad cubana de Propiedad Industrial”.
“Actitud muy distinta la adoptada por gobierno de EE.UU. al firmar ‘Ley de marcas Robadas’ a la que deberían llamarle ley Bacardí”, agregó.