Tras el incidente ocurrido el 11 de agosto cerca del bajo de Masinloc, en aguas disputadas del mar de la China Meridional, el Ministerio de Defensa chino, ha acusado a la Guardia Costera de Filipinas de realizar “maniobras peligrosas”.
El portavoz ministerial Jiang Bin, aseguró que las acciones filipinas “pusieron en grave peligro la seguridad de los buques y del personal chino”.
“Exigimos que la parte filipina cese de inmediato su retórica y acciones infractoras y provocadoras”, declaró en una rueda de prensa.
Pekín, indicó que “se reserva el derecho de tomar las contramedidas necesarias”.
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Jiang, sin embargo, no confirmó ni desmintió que dos embarcaciones chinas colisionaran durante el suceso, de lo que habían informado previamente desde Filipinas.
El Gobierno filipino rechazó cualquier responsabilidad por el choque. “Fue un desenlace desafortunado, pero no causado por nuestras acciones”, afirmó la ministra de Exteriores, Theresa Lazaro, en un comunicado esta jornada.
Y es que el bajo de Masinloc, un banco de arena ubicado a unos 200 kilómetros de Filipinas y a 850 kilómetros de la China continental, es reclamado por ambos países, que se disputan la soberanía de ese atolón estratégico y rico en pesca.
