En la entrada de un tribunal en Islamabad, Pakistán, se registró un presunto atentado suicida que dejó al menos 12 muertos y más de 20 heridos. Hasta el momento, ningún grupo o individuo se atribuyó la responsabilidad del ataque.
La Policía de Pakistán, informó a medios locales que el atacante intentó entrar en el juzgado de la capital pakistaní, pero al no conseguirlo, detonó explosivos cerca de un vehículo policial.
El ministro de Defensa, Khawaja Asif, y el presidente Asif Ali Zardari calificaron el incidente de “atentado suicida”. Por su parte, las autoridades policiales indicaron que el hecho aún está bajo investigación.
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Testigos señalaron que la escena tras la explosión era “un caos total, abogados y gente corrían dentro del complejo. Vi dos cadáveres tirados en la puerta y varios coches en llamas”.
Los reportes indican que la mayoría de las víctimas eran transeúntes o personas que acudieron a audiencias judiciales.
El estruendo se escuchó a kilómetros de distancia, y la explosión también dañó a coches estacionados en las inmediaciones.
Un nutrido contingente de las fuerzas de seguridad se trasladó al lugar del incidente y a los hospitales en donde se admitió más de una docena de personas, varias de ellas gravemente heridas.
