Un hombre de origen albanés escapó nuevamente de la prisión de máxima seguridad de Opera, en Milán, en un episodio que constituye su cuarta fuga en dieciséis años.
El interno, de 41 años, utilizó una lima sustraída del taller y una cuerda improvisada para abandonar el establecimiento sin ser detectado.
El hombre cortó los barrotes de su celda y descendió por una soga formada con sábanas anudadas.
Cruzó el patio y trepó el muro perimetral sin activar alarmas. El escape coincidió con el cambio de guardia, momento en que los movimientos captados por cámaras no generaron alertas.
El historial del fugitivo muestra tres fugas previas. El hombre escapó en 2009 de una cárcel en Terni, en 2013 de un penal en Parma y en 2023 de una prisión en Bélgica.
