En medio de 80 mil personas, un niño afgano de 13 años ejecutó al asesino de su familia.
La ejecución se programó después de que el Tribunal Supremo dictaminara que el hombre, identificado como Mangal, había asesinado a 13 miembros de una misma familia, incluidos nueve niños y su madre, hace 10 meses.
Después de que lo declararon culpable de matar a la familia, lo llevaron al ajusticiamiento en el estadio deportivo de la ciudad oriental de Khost.
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No obstante, se le preguntó al menor de edad si deseaba indultar al condenado, pero este se negó. Por lo que procedieron a entregarle un arma de fuego y disparó al hombre mientras los presentes celebraban.
En un comunicado oficial, la Corte Suprema aseguró que revisó el caso de forma “exhaustiva” antes de emitir la sentencia de “represalia”. Asimismo, informó que también ordenó la ejecución de otras dos personas que participaron en el asesinato, pero decidió posponerla, según las disposiciones de la ley islámica (sharia), porque los herederos de las víctimas no se encuentran en el país.
De acuerdo con el medio Amu TV, tras recuperar el poder en 2021, los talibanes han llevado a cabo 11 ejecuciones públicas, incluidas cinco solo en este año.
