Luego de 25 años de matrimonio, una mujer solicitó el divorcio, debido a que el marido se comió su trozo de torta. El suceso ocurrió durante un viaje al valle de Shenandoah, en el este de Estados Unidos, cuando celebraban sus bodas de plata.
La pareja pidió una torta de queso y plátano para cenar, aunque él se comió su ración, ella luego de probar trozo pequeño, la guardó en el refrigerador para desayunársela al día siguiente con café.
Al despertarse, la mujer descubrió que su porción no estaba, y entonces el hombre le dijo que de noche tuvo hambre y se la comió, pero que quedó un trozo. “Estaba ahí, solo quedaba un bocado, ni siquiera un bocado completo”, lamentó.
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“Se me encogió el corazón. Había terminado de fingir que me conformaba con las migajas. Las migajas en esa caja vacía para llevar me parecieron en ese momento un símbolo de lo que obtengo de este matrimonio: sus migajas”, relató.
La mujer indignada contó que se merece a alguien que no se coma tu torta, que la proteja y no estar llena de migajas.
“Después de cuidar a este hombre, ser su criada, madre y objeto sexual durante 25 años, criar a sus hijos, ocuparme de su casa, de sus finanzas, de sus malditas citas médicas, ni siquiera puedo comerme mi maldito pastel de aniversario. Como con todo en la vida, me encargo del trabajo pesado y me quedo con lo que queda. Le he agradecido por darme migajas durante todo nuestro matrimonio”, finalizó.

 
                                                             
                                                             
                                                            