El presidente cubano Miguel Díaz-Canel encabezó una reunión con los equipos que trabajan para atender los principales problemas de La Habana, entre ellos el abasto de agua, la electricidad y la acumulación de basura.
El encuentro, realizado en el Palacio de las Convenciones, contó con la participación del primer ministro Manuel Marrero Cruz y otras autoridades del Partido Comunista.
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Díaz-Canel reconoció que la crisis afecta también a otras provincias, aunque se ha agudizado en la capital. Señaló que todos los organismos e instituciones están movilizados para enfrentar la situación, aunque advirtió que “estos problemas no se resuelven en un fin de semana” y que se requiere mantener la sistematicidad del trabajo.
El mandatario subrayó la necesidad de cumplir los planes de ahorro energético y aplicar controles estrictos en la distribución del agua, priorizando a las zonas más afectadas. Asimismo, insistió en que los reclamos de la población deben canalizarse por las vías institucionales, “de manera decente y civilizada, sin cerrar calles ni afectar espacios públicos”.
Díaz-Canel afirmó que esta operación de apoyo ha permitido identificar fallas organizativas acumuladas y destacó que el proceso debe servir para fortalecer la capacidad de respuesta del Gobierno ante los problemas de la ciudadanía.