La empresa japonesa Rental Kowaihito, ofreció el servicio de alquiler de personas con aspectos intimidante para resolver conflictos personales.
Ofrecían hombres corpulentos, rapados y tatuados, similares a miembros de yakuza para acompañar a clientes en situación de disputa laboral, problemas con vecinos y conflictos de pareja, sin embargo, debido a la preocupación pública, tuvo que cerrar a fin de mes.
Se presentaba como parte de la industria japonesa de “alquiler de personas”, donde es posible contratar desde abuelos postizos hasta hermanos ficticios.
Leer Aquí: Empresa japonesa realiza recolección de materia fecal
La propuesta de “personas intimidantes” buscaba diferenciarse dentro de ese mercado, aunque rápidamente surgieron críticas por su parecido con prácticas propias de grupos mafiosos.
A través de su sitio web, sugería escenarios polémicos: acompañar a una mujer a enfrentar a la amante de su marido, presionar a un empleador por deudas salariales o amedrentar a compañeros de trabajo fríos con un cliente. Incluso mencionaba el caso de niños víctimas de bullying, lo que generó fuertes cuestionamientos sobre la posibilidad de usar la intimidación contra menores.