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La necesidad de no otorgar legitimidad a la acción de los tres países europeos en el asunto del “snapback”

Radio Nicaragua 23 de septiembre de 2025

Cortesía: Ramin Zare, Embajador de la República Islámica de Irán en Nicaragua

La República Islámica de Irán, en su nueva etapa de acciones constructivas tras cinco rondas de negociaciones con Estados Unidos y en pleno proceso diplomático, se enfrentó el 13 de junio de 2025 —apenas dos días antes de la sexta ronda— a la agresión ilegal de Israel y Estados Unidos. Esta acción violó las normas y leyes internacionales, así como la Carta de las Naciones Unidas, y constituyó una traición a la diplomacia. No obstante, la República Islámica de Irán mantiene su compromiso con las obligaciones, principios y normas internacionales y considera que la mejor vía sigue siendo el diálogo y la diplomacia.

Los tres países europeos, al ignorar estos hechos y al insistir en activar el mecanismo de “snapback” y el restablecimiento de sanciones, han agravado aún más la situación, imponiendo condiciones que evidencian su falta de seriedad para desempeñar un papel constructivo en la resolución de crisis y bloqueos diplomáticos, y demostrando su desinterés en negociaciones significativas.

A pesar de las múltiples conversaciones de Irán con la parte europea, que condujeron a la firma del acuerdo del 9 de septiembre de 2025 con la Agencia Internacional de Energía Atómica para encontrar una solución a los desafíos derivados de los ataques ilegales contra sus instalaciones nucleares, los tres países europeos —Alemania, Francia e Inglaterra—, persistiendo en su enfoque poco constructivo, sometieron el viernes 19 de septiembre al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la resolución de “snapback” (restablecimiento automático de sanciones), que fue rechazada con nueve votos en contra.

De este modo, aunque la diplomacia continuará en los próximos días, el proceso de restablecimiento de las sanciones contra la República Islámica de Irán en este consejo ya se ha puesto en marcha, y desde el punto de vista técnico y procedimental, las resoluciones sancionatorias se harán efectivas en el plazo de una semana.

La acción de los tres países europeos fue precipitada, innecesaria y carente de fundamento jurídico. Irán no tiene obligación alguna de reconocerla ni de ejecutarla. La responsabilidad total de las consecuencias recae en Estados Unidos y en los países europeos, que, al distorsionar los hechos, presentar reclamos infundados y fomentar la agresión, carecen de la legitimidad legal necesaria para recurrir al mecanismo de resolución de disputas en el marco del Pacto Nuclear (JCPOA) y la Resolución 2231.

Esta acción se realizó sin consenso y a pesar de la seria oposición de varios miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, debilitando directamente la credibilidad del Consejo de Seguridad y del régimen de no proliferación. El programa nuclear pacífico de Irán no será destruido por bombardeos, ni detenido por sanciones, ni desviado de su rumbo civil. La República Islámica de Irán sigue comprometida con la diplomacia, pero tomará decisiones únicamente en función de sus propios intereses y criterios sobre con qué partes y en qué condiciones entablará interacción.

A pesar del comportamiento legal y responsable de Irán para eliminar los pretextos de las partes europeas, incluido el entendimiento de El Cairo del 9 de septiembre de 2025, plenamente aceptado por la Agencia Internacional de Energía Atómica, la acción de los tres países europeos evidencia su falta de buena fe y de seriedad en los procesos de negociación, así como su codicia y su práctica de chantaje.

Someter a votación la resolución sobre el restablecimiento de las sanciones contra Irán por parte del Presidente rotativo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fue una acción procedimental y, si así lo desean los tres países europeos, aún queda espacio para la diplomacia. Al mismo tiempo, las opciones de Irán en caso de restablecimiento de sanciones están sobre la mesa. Irán está decidido a salvaguardar su seguridad e intereses nacionales y a prever las medidas necesarias para la continuidad de su desarrollo económico.

La República Islámica de Irán solicita a todos los miembros responsables de la comunidad internacional que consideren esta acción ilegal como inválida y se abstengan de conferirle cualquier legitimidad. Lo que hoy está en riesgo no es solo el futuro del JCPOA (Pacto Nuclear), sino también la credibilidad y la autoridad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la protección de la paz y la seguridad internacionales.

La acción de los tres países europeos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, orientada a completar el proceso de restablecimiento de las resoluciones derogadas del propio Consejo, es ilegal, injustificada y provocativa, debilitando gravemente los procesos diplomáticos en curso. La responsabilidad total de las consecuencias de esta acción, en caso de que conduzca al restablecimiento de las resoluciones derogadas contra Irán, recae sobre Estados Unidos y los tres países europeos, que, al distorsionar los hechos y presentar reclamos infundados, han ejercido presión también sobre algunos países miembros no permanentes del Consejo de Seguridad para alinearlos con su postura.

El programa nuclear pacífico de la República Islámica de Irán se sustenta en la voluntad y el deseo del pueblo iraní de progreso y desarrollo científico y tecnológico, y esa voluntad es inviolable. Irán solicita a todos los miembros responsables de la comunidad internacional que consideren inválida esta acción ilegal de los tres países europeos en el Consejo de Seguridad y se abstengan de conferirle legitimidad alguna.

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