Un hombre recuperó la vista, luego de someterse a una compleja cirugía en la que extrajeron uno de sus dientes, lo aplanaron, perforaron y adaptaron con una lente, para posteriormente implantarlo en su ojo derecho.
El procedimiento, conocido como osteo-odonto-queratoprótesis, busca restaurar la visión en pacientes con los casos más graves de ceguera corneal.
Brent Chapman, de 34 años, originario de Canadá perdió la vista a la edad de 13 a raíz del síndrome de Stevens-Johnson, una rara reacción a un medicamento que lo dejó en coma durante 27 días y dañó de forma irreversible sus córneas.
Su ojo izquierdo quedó completamente ciego y el derecho sufrió severas lesiones que lo llevaron a someterse a diez trasplantes de córnea, todos fallidos.
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Los especialistas explican que, en situaciones tan extremas, un trasplante convencional es inviable. “Es como intentar plantar una flor en el desierto, simplemente no va a crecer”, compara el oftalmólogo Greg Moloney, del hospital Mount Saint Joseph de Vancouver.
El procedimiento se realizó en dos etapas. Un cirujano oral extrajo uno de los colmillos superiores de Chapman, lo moldeó y perforó para colocar la lente en su interior. Posteriormente, el diente se implantó por tres meses en su mejilla para que desarrollara tejido. Finalmente, los médicos lo trasladaron al ojo derecho y lo fijaron en la superficie ocular.
Tras la operación definitiva, Chapman experimentó mejoras inmediatas. Hoy cuenta con una visión cercana a 20/40 en ese ojo, suficiente para leer, caminar sin bastón y volver a jugar al baloncesto.