Jade Damarell, una mujer experimentada paracaidista, se suicidó saltando al vacío en el condado de Durham, en Inglaterra, Reino Unido horas después de romper con su pareja.
Un análisis realizado por forense citado por medios locales, determinó que la mujer murió por traumatismos contusos.
La investigación indica que la mujer, de 32 años, deliberadamente no desplegó su paracaídas principal que normalmente se abre a unos 1.500 metros.
Asimismo, apagó un dispositivo diseñado para desplegar automáticamente el paracaídas a una determinada velocidad o altitud, detallando que el equipo funcionaba correctamente.
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La Policía de Durham, que acudió al lugar de los hechos, encontró en la pantalla de bloqueo del teléfono de Damarell instrucciones sobre cómo acceder a él tras su muerte.
En el informe se indicaba que se encontraron en el teléfono notas dirigidas a su familia, en las que “pedía perdón y les agradecía su apoyo”, así como detalles sobre sus finanzas.
La investigación también reveló que Damarell solía llevar una cámara para grabar sus saltos, pero que el día de su muerte no la llevaba.
El médico forense Leslie Hamilton concluyó que Damarell, quien había completado más de 500 saltos, tenía la intención de quitarse la vida.
