El Ministerio de Seguridad de Estado de China ha rechazo las acusaciones de espionaje lanzadas por Australia, calificándolas de “infundadas”.
Asimismo, aseguró que, por el contrario, los servicios de inteligencia australianos, realizaron operaciones encubiertas en territorio de China.
La declaración, publicada en la cuenta oficial de WeChat del Ministerio, respondió a los recientes señalamientos del director de la Organización Australiana de Inteligencia y Seguridad (ASIO), Mike Burgess.
Aseguró que en los últimos tres años se frustraron 24 operaciones de “espionaje e injerencia extranjera”.
“Los Estados nacionales están espiando a niveles sin precedentes, con una sofisticación sin precedentes”, añadió.
Pekín, indicó que estas denuncias forman parte de una narrativa en la que Canberra se presenta como “víctima inocente” de supuestas amenazas, ocultando sus propias actividades.