“Voy a dejar de usar insultos, a ver si están en condiciones de poder discutir ideas”, anunció el presidente de Argentina, Javier Milei.
El compromiso del mandatario llegó días después de que el periódico La Nación publicara un informe que contabilizó 611 insultos en solo 100 días, con un incremento notable de expresiones sexuales denigrantes.

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Según ese informe, Milei pronunció más de 4 mil insultos en su primer año de gestión, con una tendencia ascendente y un tono cada vez más vulgar.
Solo en los últimos tres meses, promedió 1,62 insultos sexuales por hora, casi el triple que al inicio de su mandato.
Milei volvió a cargar contra la izquierda, los derechos sociales y los espacios opositores, a los que llamó “parásitos mentales”.
“Vamos a enfrentarlos respetándoles sus formas, así de una vez por todas, a ver si muestran tener nivel intelectual para poder darnos la batalla en las ideas”.

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El presidente hizo énfasis en que, como sus detractores, “no pueden responder en las ideas”, cuestionan su tono insultante.
“Así que ahora les estamos lanzando un desafío, abanderados de las formas. Ahora vamos a usar las formas que a ustedes les gustan, ¿saben para qué? Para que queden en evidencia que son una cáscara vacía”.