El presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, conversó este domingo con algunos de los ciudadanos que se reunieron en San Petersburgo con motivo de la celebración del Día de la Marina.
Tras un apretón de manos con el mandatario, un marinero que sirvió en un submarino durante tres años bromeó diciendo que “ahora ya puede morir tranquilo”.
El marino no únicamente saludó al presidente Putin, sino que le pidió que continúe con su lucha contra el fascismo.
Por su parte, Putin le respondió que es muy importante tener el apoyo de la población en este asunto.

Rusia no esperaba avance en las conversaciones con Ucrania
Un niño también solicitó fotografiarse con el presidente, quien no dudó en aceptar a posar ante la cámara.
Durante esta misma jornada, Putin llegó al Almirantazgo Principal en San Petersburgo para supervisar las maniobras Tormenta de Julio.
Esto consiste en unos ejercicios a gran escala que la armada rusa lleva a cabo del 23 al 27 de julio en aguas de los océanos Pacífico y Ártico y de los mares Báltico y Caspio.
Asimismo, supervisó por videoconferencia el progreso de las maniobras de las flotas del Norte, del Pacífico, del Báltico y de la flotilla del Caspio.