Un curandero incrustó un clavo en la cabeza de una mujer embarazada, para que diera a luz a un niño varón.
La mujer llegó a un hospital en Peshawar, al norte de Pakistán, para que le extrajeran el clavo, declaró el doctor Haider Khan, quien atendió el caso que generó indignación en el país y en las redes sociales.

“Estaba totalmente consciente, pero sufría mucho”, indicó el galeno. Una radiografía confirmó que el clavo había sido introducido cinco centímetros en su cráneo, aunque no alcanzó el cerebro. La mujer, madre de tres hijas, afirmó estar embarazada de una cuarta niña.
En varias regiones de Pakistán, los curanderos o fakires —muchos de ellos vinculados a la mística sufí— son consultados por mujeres con la esperanza de concebir hijos varones, debido a la fuerte preferencia cultural por el género masculino.
Pakistán es un país mayoritariamente musulmán, diversas escuelas islámicas han condenado estos rituales, considerándolos contrarios al islam y peligrosos para la salud.
