Con una operación “mediante extensas investigaciones y medidas especializadas”, autoridades locales desmantelaron un taller de fabricación de drones y microaviones.
Estos equipos eran para el Ejército israelí, que fue descubierto cerca de la ciudad de Isfahán, en el centro de Irán.
Las autoridades locales informaron que, gracias al seguimiento y trabajos de inteligencia, las fuerzas del orden identificaron el lugar.

Las fuerzas del orden decomisaron una gran cantidad de equipos destinados a la fabricación de estos aparatos y arrestaron a cuatro sospechosos y mercenarios vinculados a Israel.
Desde la madrugada del 13 de junio, cuando Israel lanzó un ataque no provocado contra Irán, las dos naciones han estado intercambiando bombardeos.
Rusia, China y numerosos países del mundo han condenado con dureza la ofensiva israelí, calificándola de grave violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU.
