Una mujer en el Reino Unido, descubrió la infidelidad de su esposo de forma inesperada: a través de un cepillo de dientes eléctrico.
Había instalado una aplicación para monitorear la higiene de sus hijos, sin saber que terminaría revelando la verdad, según relató el investigador privado Paul Jones al diario The Mirror.
El cepillo inteligente registraba el día y la hora de cada uso, una función pensada para mejorar la higiene bucal, no para arruinar matrimonios.
Sin embargo, con el tiempo, la mujer comenzó a notar que su esposo aparecía en el historial a horas poco comunes, especialmente los viernes por la mañana, cuando supuestamente debía estar en el trabajo.
Lo que al principio parecía una simple costumbre fuera de horario se convirtió en una rutina sospechosa. El patrón se repetía con exactitud: el cepillo era usado mientras los niños estaban en la escuela y su esposo, supuestamente, en la oficina.
La verdad salió a la luz cuando se descubrió que él llevaba tres meses sin trabajar los viernes y aprovechaba para recibir en casa a una compañera de trabajo.
“El cepillo no mentía”, sentenció Jones, quien aseguró que los dispositivos inteligentes están comenzando a convertirse en testigos silenciosos de secretos domésticos. “Los datos son fríos, pero no se equivocan”, dijo el detective, quien tiene más de una década siguiendo rastros tan curiosos como tecnológicos.
