Quería tener de adorno un león en su jardín, pero no sabía que ese raro capricho le costaría la vida.
La víctima de 50 años tenía gustos exóticos y poco usuales como la cría de animales depredadores en zonas residenciales.
Y esta no era la primera vez que hacía algo así, el hombre, había mantenido leones y otros animales salvajes en su jardín durante años.
Pero esta vez la idea de mantener en el jardín de su hogar en la ciudad iraquí de Kufa, en la gobernación de Nayaf, le ocasionó que fuera devorado ferozmente.
Mufid Tahir, portavoz de la Policía de Nayaf, declaró que el animal había devorado “gran parte del cuerpo del hombre” y, debido a que el felino se rehusó “a abandonar los restos”, se vieron en la necesidad de “dispararle y matarlo”.
El cuerpo del hombre fue trasladado al servicio de medicina forense para completar los procedimientos legales, además de que se ha iniciado una investigación sobre el incidente.
El mantener fuera de cualquier legislación o supervisión veterinaria a este tipo de animales es una menaza directa para la seguridad de la población. Irak ha luchado durante mucho tiempo contra el comercio ilegal de vida silvestre. Los cazadores y contrabandistas a menudo aprovechan la falta de regulación para capturar y vender estas especies.
