Una influencer y modelo Carly Electric, de Australia, fascinada por las tormentas eléctricas se tatuó tres rayos en su cuerpo, sin embargo, su pasión la llevó a experimentar un hecho que cambió su vida.
Durante una tormenta la influencer y modelo salió al aire libre para grabar el fenómeno meteorológico, cuando un rayo la impactó.
“Se me puso la piel de gallina en oleadas en los brazos y piernas”, relató la mujer que habita en el estado de Queensland.
Tras este hecho, al mirarse al espejo, notó que sus pupilas estaban dilatadas y que se sentía mareada y eufórica. Poco después, su cuerpo comenzó a perder sensibilidad y no podía moverse.
Una compañera llamó a una ambulancia y la trasladaron al hospital más cercano, donde los médicos le diagnosticaron una condición neurológica poco común y que provoca parálisis temporal tras una descarga eléctrica.
“Mis pies y mis manos estaban completamente azules. Aunque estaba despierta, apenas podía respirar”, recordó. La parálisis le duró cerca de nueve horas y, tras una extensa intervención médica, comenzó a recuperar la movilidad en sus miembros.
Sin embargo, el cambio más sorprendente en su organismo llegó días después de ese episodio, cuando Carly notó que sus ojos, antes verdes, ahora eran de un marrón oscuro. “Cuando investigué, descubrí que no era raro que esto sucediera en personas que han sido electrocutadas”, explicó sobre su condición.
