Jens Spahn, vicepresidente del grupo parlamentario de la Unión Demócrata Cristiana alemana (CDU), afirmó que los solicitantes de asilo en Alemania se rechazaran en la frontera en caso necesario, incluso sin el consentimiento de los países vecinos.
El vicepresidente explicó que esta medida es parte de un plan para endurecer la política migratoria del país presentado por la CDU, partido ganador de las últimas elecciones.
Spahn explicó que el plan “no dice ‘de acuerdo’, dice ‘en coordinación'”. “Esto significa que hablan el uno con el otro, pero no se hacen dependientes de la aprobación del otro [país]”, aclaró.
Además, aseguró que esto es un paso enorme y que es la clave decisiva para acabar con la migración ilegal, “por supuesto, nos coordinaremos con nuestros vecinos europeos. Pero también vemos todas las bases legales para implementarlo de una u otra manera”.
Detalló que a los migrantes no será “necesario llevarlo de vuelta a ningún lugar, ya que ni siquiera entra en el país”.
Sin embargo, críticos como la organización de ayuda a los refugiados Pro Asyl rechazaron la práctica de los rechazos en las fronteras, remarcando que “Alemania tiene la obligación de respetar los derechos humanos y garantizar el acceso a los procedimientos legales de asilo”.
