Más de 1 mil 300 personas fallecieron, después de los recientes ataques de grupos armados en Siria.
Lo anterior lo informaron organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación regionales.
Según el informe, el total de fallecidos es de 1 mil 311, de los cuales 830 son civiles.
El total de fallecido ha ocurrido tras el derrocamiento del presidente de Siria, Bachar al Asad.
El incremento es resultado de una operación de las fuerzas de seguridad realizada en reacción a los ataques de militantes contra la recién instaurada administración de facto en Siria.
También, se informó que numerosos civiles son condenados a pena capital o asesinados a sangre fría.
La lista de las víctimas abarca a 231 integrantes de las fuerzas de seguridad y a 250 militantes fieles al gobierno anterior.
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La mayoría de los civiles que murieron son originarios de las provincias costeras de Latakia y Tartús. Lugares en los que se han documentado acciones extendidas contra la comunidad alauita.
El gobierno de facto de Siria, encabezado por el terrorista Ahmed Al Sharaa, hizo público el establecimiento de un comité autónomo para indagar sobre estas acciones.
Este comité dispondrá de un periodo de 30 días para entregar un informe exhaustivo e identificar a los responsables.
