En su primer compromiso oficial fuera de Brasilia, el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a la ciudad portuaria de Santos para asistir al funeral de la leyenda del fútbol Edson Arantes do Nascimento, conocido como Pelé.
El presidente de Brasil envió el lunes una corona de flores en honor a Pelé. «Nuestro más sincero homenaje al gran brasileño, nuestro rey Pelé», escribió en una tarjeta el presidente.
Lula es un gran admirador del futbolista y tras conocer su muerte, el pasado 29 de diciembre, escribió en las redes: «Tuve el privilegio que los brasileños más jóvenes no tuvieron. Yo vi a Pelé jugar en directo en Pacaembu y Morumbi. Jugar, no. Vi a Pelé dar un espectáculo. Porque cuando pegaba el balón siempre hacía algo especial, que muchas veces acababa en gol».
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El funeral de Pelé comenzó el lunes en el estadio Vila Belmiro en Santos, lugar donde ‘O Rei’ debutó en noviembre de 1956 y marcó 288 goles. El sepelio terminará a las 10:00 hora local de este martes tras 24 horas de ceremonia ininterrumpida. Cuando el acto finalice, se espera que se lleve a cabo una procesión con el féretro del tricampeón mundial por las calles de la ciudad y pasará por la zona donde vive Celeste Arantes, madre de Pelé y que cumplió 100 años en noviembre. Luego se realizará un entierro privado en el Memorial Necrópolis Ecuménica, el cementerio vertical más alto del mundo, donde el jugador compró hace 19 años, cuando tenía 62 años, un nicho con vistas a Vila Belmiro.
